El Renacer del Samurai

Este es un Suzuki Santana SJ413 de 1989 que estuvo 5 años abandonado en un pajar de Ciudad Real. Lo condujimos como pudimos hasta el norte de España para devolverlo a la vida tornillo a tornillo. Lo hemos desmontado al COMPLETO: limpiado de barro, lijado óxidos y pintado cada una de sus partes durante meses. Tras mucho esfuerzo, hemos terminado de restaurar al detalle todos los bajos (Chasis, llantas, ejes, líneas de freno, carrocería, etc.). Ahora nos queda hacerle lo mismo a toda la carrocería tanto exterior como interior, reconstruir su mecánica por completo y retapizar e insonorizar el interior. ¡A seguir!

El coche se encontraba en Ciudad Real y nosotros en la costa de Lugo, por lo que tuvimos que cruzarnos medio país para ir a verlo en persona. Tras verlo y valorar el mal estado en el que se encontraba decidimos que la mejor idea sería, cómo no.... comprarlo al instante e ir directos a pasar ITV, donde nos rechazon principalmente por los neumáticos antiguos y varias luces en mal estado. Así que en ese mismo día fuimos a un taller de la zona a cambiar las ruedas y a arreglar las luces, y así lograr finalmente pasar con éxito la ITV! :D

Como no había presupuesto para llevar el coche en grúa, nos dijimos... si ha llegado hasta la ITV y la ha pasado, ¿por que no iba a llegar hasta Galicia?
Al conducirlo nos dimos cuenta de todo lo que el coche escondía; vibraba por todas partes, la chapa hacia un ruido atronador y olía a barro podrido hasta el último centímetro cuadrado. Los asientos no se reclinaban bien, la calefacción no funcionaba, el volante vibraba de forma aterradora y había que pisar a fondo el acelerador para mantener la velocidad por autopista.
Pero nada de ello iba a frenar nuestro misión de llevar el coche a Lugo.
Pese al dolor de espalda, frío en todo el cuerpo (finales de diciembre) y con temor a que el motor nos dejara tirados en cualquier momento, las risas y chistes por la situación en la que nos encontrábamos era lo que nos animaba a seguir adelante.
Haciendo parada en Madrid a mitad del recorrido, nos percatamos de que el coche tenía una fuga bastante grande de aceite por la junta de la tapa de balancines, así que allí mismo conseguimos un recambio y se la sustituimos nosotros mismos antes de continuar en carretera.
Y así fue como tras un largo viaje el coche consiguió llegar finalmente a nuestro garaje en Foz, Lugo, donde estamos llevando a cabo una restauración completa hasta del último tornillo del coche!
Esperamos con ello darle una nueva vida al coche y que siga dando muchas más risas y buenos momentos que compartir!

Ya en casa comenzamos por desmontar todo el interior, alfombrillas, asientos, moqueta, etc. Todo estaba sucio y todo olía a 40 años sin haberse limpiado; había tornillos y piezas del coche sueltas por todos lados! Todo era una caos, pero tras vaciarlo y etiquetar todo con cinta de carrocero acabamos de desmontar el interior. Ya con el interior desmontado, nos pusimos a limpiar frotando y usando agua a presión para eliminar toda la suciedad del interior del coche. Una de las tareas más laboriosas fue picar las laminas de butilo de insonorización antiguas, que se encontraban bajo los asientos de conductor y copiloto, y que con el paso del tiempo y el descuido, era una de las principales causas del mal olor del interior. El coche tenía barro putrefacto hasta el ultimo rincón, parecía que se hubiese inundado por completo, y se había endurecido hasta el punto de tener que sacarlo con rasquetas y cinceles. Con tiempo y paciencia logramos dejar el interior totalmente limpio de suciedad. Quedaban aún algunos óxidos pero nada preocupante, solo un par de agujeritos minúsculos que tapamos con varios puntos de soldadura mas adelante.

Tras terminar el interior nos pusimos a limpiar el exterior. Nuevamente, al darle con agua a presión, del chasis salía barro a por todos lados! Cada vez estábamos más convencidos de que el coche no había tenido ningún mimo en toda su vida. Desmontamos las puertas, portón trasero, retrovisores, luna, capo, etc. y nos dispusimos a separar la carrocería del chasis. Para ello nos ayudamos de varias borriquetas de madera y unas barras de metal alargadas en las que apoyaríamos la carrocería para sacar el chasis rodando por debajo como una carretilla... y por suerte funciono! La carrocería sin nada más era ya lo suficientemente ligera como para que uno levantase desde atrás mientras el otro ajustaba las borriquetas. Con ello listo, ya podíamos empezar a preparar el chasis y darle un estado mejor incluso que el de fabrica. :D

Lo primero fue desmontar todo lo que estaba sujeto al chasis, de esta manera podríamos lijar y pintar sin empapelar apenas. Así que sacamos el motor, caja de cambios, transfer, ejes, líneas de freno y tanque de combustible. Dejando el chasis completamente al descubierto, lo limpiamos con discos de cepillo de alambre para eliminar todo el barro y antigravilla antiguo. Lo dificil fue ir rascando por los huecos para dejarlo impoluto. Una vez todo limpio toco pintar; nunca lo había hecho así que tuve que aprender sobre la marcha. Desengrasé con vinagre de limpieza hasta el último hueco, eché una primera mano suave de imprimación y otra mas cargada a posteriori para asegurarmw de cubrirlo todo. Una vez imprimado, lije y desengrase para que se adheriese la pintura correctamente. Lo pinté con raptor ya que no quería que se volviese a oxidar jamás, y para terminar le pinté con antigravilla por la parte que mira al suelo para darle un extra de protección. Con el chasis preparado necesitaba dónde apoyarlo por lo que el siguiente paso era restaurar los ejes.

Para empezar con los ejes, primero tuvimos que separarlos de las ballestas. Tras esto los colocamos en unas borriquetas y y le dimos una limpieza general desmontamos los palieres y piezas que los componían para limpiarlos por separado en detalle. Poco a poco fuimos limpiando y pintando las piezas una a una para evitar que se oxidaran al hacerlo todo de una. Una vez restauradas todas las piezas y bien protegidas, era momento de reconstruirlo con todo nuevo; rodamientos, articulaciones, retenes, juntas,etc. Durante el proceso nos dimos cuenta de que por error habíamos montado el diferencial delantero en el eje trasero y por ello no le entraban sus palieres, así que tocó un rato de martillo para despegarlo de la junta nueva antes de volver a colocar cada diferencial en su eje correspondiente. Mucha grasa y varios ajustes de las hojas de los Kingpins después, los ejes estaban como nuevos.
Pero claro, no podíamos montarlo en el chasis sin las ballestas restauradas y rectificadas, ya que el coche había perdido unos 5cm de altura. Así que gracias a un invento de YouTube (que daba la sensación de estar a punto de reventarnos en la cara en cualquier momento) conseguimos flechar las ballestas a su altura original.
Después, tras varias capas de pintura para que non se volviesen a oxidar, ya estaban listas para ser montadas con todos los silentblocks de poliuretano nuevos.

Tambien restauramos las barras de dirección, la barra interior del salpicadero y los arboles de transmisión. Todos pintados de negro a excepción de los arboles de transmisión que protegimos con imprimación bicomponente y pintura de poliuretano bicomponente color gris antracita, y el de la caja a la transfer de un color especial barnizado con brillo bicomponente para que lo disfruten los técnicos de la ITV :D

Con los ejes en su sitio, hicimos una limpieza en profundidad del deposito de combustible y su chapa protectora, ya que estaban cubiertos de oxido. Los pintamos una vez más con imprimación Zinc para evitar oxidación y después con pintura negra para darle mayor resistencia, además de darle en la cara que mira al suelo pintura raptor y antigravilla al igual que al chasis, ya que es una zona que sufre mucho con el tiempo.

Por último, faltaba restaurar las pinzas, tambores y líneas de freno. Las pinzas y tambores más de lo mismo: lija, imprimación y pintura. Y las vías de freno y sus sujeciones las lije a mano y pinte con Zinc y de negro las sujeciones. Reconstruirnos tanto las zapatas como las pinzas con sus kits de gomas, muelles y retenes.

Y con esto por fin pudimos montar los ejes al chasis, con sus líneas de frenos, barras de dirección y latiguillos nuevos.

Con el chasis terminado por completo, pudimos entrar de lleno a limpiar los bajos de la carrocería ya que estaban, evidentemente, llenos de barro y algunos puntos de oxido que llevó mucho esfuerzo lijar y limpiar. Ya que era una superficie tan grande, cuando terminamos de limpiar una zona, la otra ya había comenzado a oxidarse, y habían muchos recovecos en los que se tenia que incidir un buen rato para llegar a limpiarlos. Con todo limpio tocó desengrasar bien con vinagre de limpieza. Tras darle un par de capas de imprimación bicomponente, lijamos la imprimación para que agarre la pintura, volvimos a limpiar los restos y le pintamos todo con pintura raptor antracita hasta la pared del vano motor y por ultimo antigravilla por todo el bajo para reforzar la protección y evitar que se vuelva a oxidar jamás.

Llegados a este punto, y tras varios meses de proyecto, tuvimos que mudarnos de casa. Ya que la casa a la que nos mudabamos estaba apenas a 10 minutos de donde estábamos (y una vez mas, no había presupuesto para grúas) decidimos montarlo y trasladarlo nosotros mismos. Por lo que nos pusimos manos a la obra y montar el motor, caja de cambios, reductora, todos los silentblocks nuevos y el tubo de escape en el chasis para coloar la carrocería. Hicimos igual que al desmontarla; le colocamos unas borriquetas a los lados, alineamos el chasis y pasamos las palancas de cambios por sus huecos para que encajase en su sitio y sorprendentemente lo hizo a la primera! Colocamos su tornillería de sujeción nueva y montamos puertas, portón trasero, gomas, capo, retrovisores, cinturones, etc. hasta dejar que el coche fuese seguro conducirlo al nuevo garaje. Como no queríamos complicarlo demasiado, en vez de instalar el sistema eléctrico de la llave, ya que tendremos que desmontarlo todo de nuevo para preparar la carrocería, le puenteamos un botón para el contacto y otro para el arranque. Tras darnos cuenta de que había algunos problemas en la distribución del motor, lo pusimos a punto, aceite y refrigerante y al darle al interruptor...arrancó y no nos lo podíamos creer! Habíamos montado un coche que se podía conducir en apenas unos días. Así que sin esperar mucho más, salimos con el coche al nuevo garaje y para ir seguros íbamos con nuestro otro coche vigilando por si pasaba cualquier cosa. Tras un trayecto que suele durar unos 10 minutos en un coche cualquiera pero nos tomó media hora, logramos llegar al nuevo garaje sin problema alguno. El coche ya no olía mal y todas aquellas vibraciones de cuando lo trajimos habían desaparecido.
Ahora, en el nuevo garaje, tocará desmontar hasta llegar al punto en el que nos quedamos en la anterior casa para continuar con la restauranción.

Y aunque le hemos hecho bastantes cosas este último año y hemos avanzado bastante, aún quedan cosas por trabajar, carrocería exterior e interior, insonorización, retapizado de asientos, rehacer el motor, rehacer la transfer, instalarle dirección asistida y muchas cosas más que le queremos hacer y que haremos próximamente. A ver si hay suerte con el reto! hehe ;)

Muchas gracias al equipo de WD 40 y a Majes por animar a tanta gente a participar. Un saludo enorme!