Kaiser Urban Fixie

Cuando era un niño, mi padre tenía una empresa de construcciones y reformas. Siempre que derribaba casas antiguas, más de una tenía alguna bici que los dueños no querían, cada poco tenía una bici distinta (que hoy en día serían clásicas).
Con el paso de los años me hice un gran aficionado al ciclismo y a la mecánica. Y con las reparaciones que iba haciéndole a mis bicis fui cogiendo experiencia.

A día de hoy tengo 5 bicis (3 en activo y dos paradas) y os voy a presentar mi último proyecto.

Esta idea surgió hace unos años cuando llegué a una nueva ciudad, y comencé a salir con mi bici de montaña. Poco después adquirí una de carretera con la cual he podido escalar algunos puertos de montaña famosos del país y, por último, se me ocurrió la idea de adquirir otra bici para ir a trabajar.

Estuve barajando varias opciones, hasta que me decidí por comprar una Fixed, hablando con un compañero, tenía una hecha a piezas que estaba dispuesto a vender. Llegamos rápido a un acuerdo y fui a por ella. A cambio hicimos un trato de que todas las piezas que le quitara se las devolvería para sus otras bicis.

La trasladé al pueblo donde tengo todas las herramientas necesarias y comencé la restauración.

Desmontar la bici entera y comenzar a anotar los repuestos y piezas necesarias para el proyecto. Valorar piezas dañadas para intentar restaurarlas o comprarlas nuevas/usadas.

Para ello hice una lista con los repuestos, una búsqueda en internet para intentar minimizar los gastos generales realizando los pedidos en las mismas tiendas.

Seguramente la tarea más difícil y laboriosa.

Tuve que aplicar varias capas de decapante y terminar el trabajo con papel de lija para eliminar toda la pintura.

Después hay que limpiar todo el cuadro de restos de polvo, suciedad y grasa, un paso muy importante para que el pintado quede perfecto.

Como veis, no tengo una cabina de pintura asi que lo hice directamente en el jardín. Para ello, utilicé una cuerda para dejar las piezas al aire y utilizando sus agujeros para sujetarlas. Elegí pintura en spray y aprovechando una buena climatología, secado al aire libre con varias manos de pintura.

Una vez pintado y secado el cuadro y los componentes, protegí el cuadro con plástico para no dañar la pintura al realizar el montaje. Utilicé una pintura sin barniz, el acabado fué muy bueno, pero es bastante débil a los roces y los golpes.

Instalar todos los componentes externos al cuadro;
- Rodamientos de dirección, potencia, manillar, cinta de manillar y tapones.
- Frenos, mandos, fundas y cables de freno.
- Eje pedalier, bielas, platos, pedales y cadena.
- Neumáticos, cámaras y montaje de llantas en el cuadro.
- Tija de sillín y sillín.
En todo el proceso estuve bien acompañado por mis asistentes de producción.

Antes de instalar la mayoría de componentes realicé una prueba de rodaje para terminar de ajustar y comprobar algunos componentes. Esto ya parecía una bici.

Y una vez montado y testado éste fué el resultado final.

A día de hoy la uso para ir a trabajar y realizar recados por la ciudad. Ya ha gastado un par de juegos de ruedas y uno de zapatas en sus 4000 kilómetros actuales, pero puedo decir que sigue funcionando genial.